Cada vez más personas en especial latino americanos, se lo juegan todo a una única carta, la carta del asilo. El deseo urgente de entrar o de residir legalmente en España impide ver la aplastante realidad de las denegaciones.
El número de resoluciones positivas a las solicitudes de asilo de latino americanos, según los datos del Ministerio del Interior, fue igual a cero. Ese año, ninguna de las 124 peticiones fue concedida y, sin embargo, la cifra aumenta a un ritmo frenético como una lógica respuesta a las solicitudes fundadas en situaciones personales diferentes a una persecución política.
Estamos, pues, ante un fenómeno que crece y se contagia. En los foros o en páginas de Facebook es frecuente encontrar conversaciones sobre asilo, que muchas veces se interpreta como una manera efectiva, rápida y segura de quedarse en España. ¿Y lo es? ¿Pedir el estatus de protección internacional al pisar suelo español ofrece suficientes garantías de residencia legal como para arriesgarlo todo a una jugada que, estadísticamente, tiene pocas posibilidades de salir bien?
Hoy queremos reflexionar sobre estas preguntas cruciales, La información detallada de los trámites se encuentra en la pagina del Ministerio de Interior, pero, más allá de las leyes, los pasos a seguir y los requerimientos, se debe analizar ¿cuáles son los pros y contras de pedir asilo en España?
Los Contras:
• Hay que demostrarlo: El derecho de asilo se concede a quienes logren probar que son perseguidos por motivos de raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas, pertenencia a determinado grupo social, de género u orientación sexual. Una vez fuera de su país, esas personas no pueden o, a causa de dichos motivos, no quieren regresar y piden acogerse a la protección de otra nación. “Pero es el solicitante quien tiene que demostrarlo” y las pruebas han de ser claras y contundentes. “La inseguridad, o todo tipo de extorsiones económicas, por ejemplo, no entraría dentro de las razones para pedirlo”.
• Otros conflictos primero: Todas las solicitudes de asilo se centralizan en una única oficina donde se analizará qué casos requieren el otorgamiento de la condición de refugiados. Hay países con conflictos armados muy graves, reconocidos desde hace mucho tiempo, que concentran la mayor parte de las resoluciones positivas como Siria, Afganistán o Ucrania, con alrededor de 15.000 solicitudes de asilo por año y de las cuales en el 2018 no se concedieron ni un 20% de ellas.
• El riesgo de las pruebas falsas: Con bucear un poco en la Red es fácil toparse con recomendaciones explícitas de pedir asilo en el aeropuerto en caso de que la entrada a España sea denegada. Si se accede como turista hay que cumplir todos los requisitos de entrada, pero se está detectando la existencia de pruebas “tipo” para latino americanos. Es decir, cartas sospechosamente similares para diferentes personas que acreditan ser víctimas de persecución en sus países de origen o todo tipo denuncias falsas ante organismos internacionales. En España la falsedad documental es un delito. No sólo anularía la solicitud de asilo, sino que podría acarrear consecuencias legales graves.
• Demora de los trámites España ha aplicado grandes recortes en partidas sociales. Actualmente, el Estado está demorando notablemente las resoluciones de expedientes. El asilo se ha de pedir en los aeropuertos o puestos fronterizos, o bien dentro de España en el plazo de un mes. “La cita para la primera entrevista puede tardarse unos cuatro o cinco meses”. El solicitante queda en un estado de “alegalidad”, no pudiendo ser expulsado hasta la resolución del trámite.
• Retirada de pasaporte Al pedir asilo, se está en obligación de permanecer en España y se entrega el pasaporte. Además, el Estado español comunica al país de origen, sin desvelar el motivo de la petición, los datos del ciudadano que está cursando estos trámites. Si el asilo finalmente es denegado, se corre el riesgo de quedar en una cierta situación de indefensión al regresar al ser retornado al país de origen.
Los Pros:
• Es un derecho internacional: Si concurren circunstancias reales y existen pruebas fehacientes de la amenaza expresa o latente a la vida, cualquier persona está en su pleno derecho de solicitar asilo. Mientras se formaliza el trámite y se desarrolla el procedimiento, podrá recibir asistencia sanitaria y asistencia jurídica gratuitas.
• Permite residir y trabajar La tarjeta “roja” es el documento oficial de identificación como solicitante de protección internacional que se emite al admitirse a trámite la solicitud. Esta tarjeta autoriza a la persona solicitante de asilo a permanecer en territorio español durante el período durante el cual se decida la resolución de la solicitud y se renueva de forma periódica. Al cabo de seis meses, contados desde el momento en que se hizo la solicitud, esta tarjeta roja permite trabajar.
• Ganar tiempo para la regularización por arraigo Los solicitantes de asilo no pueden ser expulsados o devueltos a sus países hasta que no se resuelva definitivamente el trámite. En caso de ser denegado el asilo, recibirán una carta en la que se les conmina a abandonar el país en un plazo de 15 días. Ninguna autoridad va a vigilar que ese retorno se haga efectivo. Si deciden quedarse en territorio español ya entonces sí estarían en situación irregular, pudiendo ser detenidos en un control rutinario de documentación y sometidos a un proceso de expulsión. Sin embargo, con la demora acumulada de los expedientes de asilo, algunos solicitantes lo interpretan como una manera de alargar el tiempo hasta cumplir los tres años necesarios para optar a la regularización por arraigo.
• Puede pedirse en el aeropuerto Cuando la situación de riesgo del solicitante o solicitantes de asilo es muy evidente y está muy sustentada mediante pruebas firmes, existe la opción de pedir la protección directamente en el aeropuerto, sin traer los requerimientos exigidos a los turistas para entrar (carta de invitación o reserva de hotel, pasaje de ida y vuelta, dinero suficiente para mantenerse, pasaporte válido y seguro de viaje). En el aeropuerto hay una sala de retenidos (diferente a la de inadmitidos) y el proceso se realiza de forma urgente, con la obligación de ser resuelta la admisión a trámites en cuatro días. No obstante, hay que tomar en cuenta que el perfil de un solicitante de asilo es el de alguien sometido a una intensa presión, así que añadir a esa situación extrema 96 horas de tensión a la espera de la respuesta puede ser muy duro. Y más si se trata de una familia entera viviendo durante este tiempo, con tal incertidumbre, en una pequeña estancia del aeropuerto.
Finalmente aunque consultar a un abogado especializado en temas de extranjería o asilo puede ser muy beneficioso, la recomendación es recurrir a organizaciones especializadas como la Comisión Española de ayuda al refugiado CEAR o a ACNUR. En España, la trayectoria e influencia de estas asociaciones es muy destacada y su asesoramiento y acompañamiento, fundamental.
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